No puedes diferenciarlos. Para ello tendrías que contar con varios testigos fiables y, aún así, todo estaría sujeto a interpretación de las personas presentes. Solo si dispones de una constancia gráfica de lo que realmente sucedió, podrías diferenciar la fabulación de la realidad.
Diferenciar entre un falso recuerdo y uno verdadero es un desafío complejo tanto para los científicos como para los individuos, debido a la naturaleza subjetiva y reconstructora de la memoria humana. En general tenemos un concepto muy equivocado de cómo funciona la memoria. Aquí te explico por qué.
Pistas para diferenciar un recuerdo falso de uno verdadero
Existen varias estrategias y consideraciones que pueden ayudar a discernir entre recuerdos verdaderos y aquellos que pueden haber sido distorsionados o completamente fabricados:
1. Consistencia a lo largo del tiempo:
Los recuerdos verdaderos tienden a mantener una cierta consistencia a lo largo del tiempo, aunque algunos detalles pueden desvanecerse. En contraste, los falsos recuerdos pueden cambiar significativamente en los detalles o en la narrativa general cada vez que se recuerdan.
2. Detalles sensoriales y contextuales:
Los recuerdos verdaderos suelen contener detalles sensoriales y emocionales específicos. Aunque los falsos recuerdos también pueden incluir detalles vívidos, a menudo carecen de la cohesión y la riqueza sensorial que caracterizan a los recuerdos basados en experiencias reales. Los verdaderos recuerdos también, pero no tanto.
3. Corroboración externa:
Buscar evidencia externa que pueda confirmar o refutar un recuerdo es crucial. Los documentos, fotografías, testimonios de terceros o registros pueden proporcionar puntos de referencia objetivos que ayuden a verificar la autenticidad de un recuerdo. Es lo que hemos apuntado al principio.
4. Análisis de la fuente:
Es importante considerar cómo se originó el recuerdo. Los falsos recuerdos pueden surgir de sugerencias de otras personas, exposición a medios de comunicación o la confusión entre lo imaginado y lo real. Identificar la fuente original de un «recuerdo» puede ayudar a determinar su veracidad. En mi opinión, un recuerdo tardío que surge por sugerencia de personas o contextos es poco fiable.
5. Reacción emocional:
Aunque tanto los recuerdos verdaderos como los falsos pueden evocar emociones, las reacciones emocionales a los recuerdos verdaderos suelen ser más consistentes con la experiencia original. Evaluar si la intensidad y el tipo de respuesta emocional coinciden con lo que se esperaría de la situación recordada puede ofrecer pistas sobre la autenticidad del recuerdo. Un recuerdo tardío (que surge a los años de haberse producido el hecho) y que de pronto genera una reacción emocional intensa, no es fiable. La mente no funciona así.
6. Consultar a expertos:
En casos donde es crucial distinguir entre recuerdos verdaderos y falsos, como en contextos legales o terapéuticos, consultar a psicólogos o expertos en memoria puede proporcionar una evaluación más objetiva y basada en la evidencia.
Un experto verdadero y serio jamás recurrirá a la hipnosis para recuperar recuerdos. Si alguien te propone hipnotizarte para que recuerdes algo, en realidad lo que pretende es implantarte falsos recuerdos. Huye de esa situación.
Es importante reconocer que la memoria humana es bastante falible, pero sujeta a influencias externas e internas. Aunque estas estrategias pueden ayudar a evaluar la autenticidad de un recuerdo, en muchos casos, puede ser difícil llegar a una conclusión definitiva sobre su veracidad.
La comprensión y aceptación de las limitaciones de nuestra memoria pueden fomentar un enfoque más crítico y reflexivo al recordar y confiar en nuestros recuerdos.
Cómo nos Engaña la Memoria
La memoria no es una grabadora. Es creativa y reconstructiva, de modo que los recuerdos se van modificando a medida que accedemos a ellos y dependiendo del contexto y de nuestro estado emocuional.
Puede engañarnos de varias maneras: llevando a la formación de falsos recuerdos por múltiples razones, incluyendo la sugestibilidad, la inferencia, el emparejamiento incorrecto de la fuente de información, y los efectos de la información post-evento. La memoria es uno de los recursos personales más importantes, pero menos comprendido.
Los estudios han mostrado que es posible implantar recuerdos de eventos que nunca ocurrieron a través de sugerencias sutiles o preguntas dirigidas. Mas abajo resumo un artículo particularmente interesante que trata sobre este tema.
Este fenómeno tiene profundas implicaciones, no solo para nuestra comprensión de la memoria, sino también para campos como la psicología forense, donde los recuerdos de testigos pueden ser cruciales para el resultado de los casos judiciales.
El Proceso de Formación de Falsos Recuerdos
La formación de falsos recuerdos puede ocurrir a través de varios mecanismos. Uno de los más estudiados es el efecto de la información engañosa, donde los detalles introducidos después de un evento pueden mezclarse con la memoria original del evento, llevando a recuerdos alterados o completamente falsos.
Además, la repetición de una narrativa falsa puede reforzarla en la memoria, haciendo que con el tiempo, estas invenciones se sientan como recuerdos reales.
La sugestibilidad y la presión social también juegan un papel importante. En situaciones donde hay una fuerte presión para recordar o en contextos donde la información se presenta de manera sugestiva, las personas pueden formar recuerdos de eventos que nunca experimentaron.
Esto se ve agravado por la naturaleza reconstructora de la memoria, donde los recuerdos no se reproducen fielmente como grabaciones, sino que se reconstruyen activamente cada vez que los recordamos, permitiendo la interpolación de detalles falsos o erróneos.
Por Qué no Podemos Confiar Ciegamente en la Memoria
La existencia de falsos recuerdos nos advierte sobre la confiabilidad de la memoria. Aunque confiamos en nuestros recuerdos para construir nuestra identidad y entender el mundo, es importante reconocer que estos pueden ser inexactos o incluso completamente falsos.
Este conocimiento es particularmente relevante en el ámbito legal, donde la fiabilidad de los testimonios de testigos puede ser cuestionada. La comprensión de que la memoria puede ser manipulada intencionalmente o alterada por factores externos subraya la importancia de corroborar los recuerdos con evidencia objetiva siempre que sea posible.
Un estudio ejemplo sobre los falsos recuerdos inspirado en la Edad Media
En un artículo ejemplo de Georg Modestin titulado: «Can contemporary science of memory shed light on Late Medieval witch-trials?» se explora la relevancia de este tema revisando los juicios por brujería en la Europa medieval tardía. En este caso en el contexto de los juicios celebrados en el cantón suizo de Friburgo y sus alrededores durante el siglo XV.
El estudio se centra en el caso de Joan Anyo, una mujer que fue juzgada por brujería el 23 de octubre de 1461. Durante su juicio, confesó haber participado en reuniones de brujas, donde se mencionan actos como montar en un lobo hacia las reuniones, rendir homenaje al diablo en forma de un gato negro, y participar en banquetes donde se servía la carne de niños asados.
Estas confesiones, que fueron obtenidas bajo la presión del interrogatorio y, en etapas posteriores, mediante la tortura, plantean preguntas sobre la autenticidad de los recuerdos confesados y la posible implantación de falsos recuerdos.
Modestin utiliza la investigación de Julia Shaw sobre falsos recuerdos para cuestionar la fiabilidad de las confesiones en los juicios por brujería. Shaw demostró que es posible implantar falsos recuerdos de haber cometido un crimen en individuos, llevando a que el 70% de los participantes en un estudio creyeran falsamente haber estado involucrados en actividades delictivas durante su adolescencia.
El autor sugiere que las técnicas utilizadas por los inquisidores del siglo XV para obtener confesiones, como el uso de preguntas guía, la promesa de misericordia de la iglesia, y la tortura, podrían haber facilitado la creación de falsos recuerdos en los acusados.
A través del análisis de varios juicios por brujería, Modestin argumenta que los acusados a menudo resistían la confesión de crímenes que no creían haber cometido, lo que indica que sus confesiones podrían haber sido el resultado de la presión del interrogatorio en lugar de recuerdos reales de participación en actos de brujería.
Este estudio no es más que un ejemplos de tantos arículos sobre la materia y, como tantos otros, plantea interrogantes importantes sobre la naturaleza de la memoria y la confiabilidad de las confesiones obtenidas bajo coacción.
Conclusión
La memoria es un aspecto fundamental de la experiencia humana, pero no es perfecta. La formación de falsos recuerdos ilustra las limitaciones y la naturaleza maleable de la memoria.
Reconocer estas limitaciones es crucial para evitar los peligros asociados con la dependencia excesiva de recuerdos no corroborados en decisiones críticas. A medida que avanzamos en nuestra comprensión de la psicología de la memoria, podemos aprender a mitigar los efectos de los falsos recuerdos y apreciar aún más la complejidad de la mente humana.
Referencias bibliográficas sobre cómo diferenciar un recuerdo falso de uno verdadero
- Shaw, Julia y Porter, Stephen. (2015). «Constructing Rich False Memories of Committing Crime.» Psychological Science OnlineFirst, January 14: 1-11.
- Shaw, Julia. (2016). The Memory Illusion: Remembering, Forgetting, and the Science of False Memory. London: Random House, pp. 170-175.
- Wade, Kimberley A., Garry, Maryanne, y Pezdek, Kathy. (2018). «De-constructing rich false memories of committing crime: commentary on Shaw and Porter (2015).» Psychological Science, 29(3): 471-476. doi: 10.1177/0956797617703667.
- Shaw, Julia. (2018). «How can researchers tell whether someone has a false memory? Coding strategies in autobiographical false-memory research: A reply to Wade, Garry, and Pezdek.» Psychological Science, 39(3): 477-480. doi: 10.1177/0956797618759552.
- Modestin, Georg. (2021). «Can contemporary science of memory shed light on Late Medieval witch-trials?» Academia Letters Article 2084. https://doi.org/10.20935/AL2084.
Estas referencias abarcan estudios empíricos sobre la implantación de falsos recuerdos, el análisis de la construcción de recuerdos de actividades delictivas inexistentes, y debates en la comunidad científica sobre la metodología para distinguir entre verdaderos recuerdos y creencias falsas. Además, el artículo de Georg Modestin ofrece un enfoque interesante sobre cómo la ciencia contemporánea de la memoria puede proporcionar nuevas perspectivas sobre eventos históricos, como los juicios de brujas en la Europa medieval tardía, destacando la relevancia de la investigación sobre falsos recuerdos más allá del ámbito puramente psicológico.