La neurodiversidad y la neurodivergencia son conceptos que abarcan la variabilidad en el funcionamiento mental. La neurodivergencia se refiere a un desarrollo no típico, incluyendo condiciones como autismo y TDAH. Identificar síntomas y realizar pruebas son pasos clave para determinar la neurodivergencia.
Para considerar a una persona como neurodivergente no basta con verse reflejado en definiciones vagas sobre la forma de ser. La existencia de la neurodivergencia la debe determinar un profesional. En este artículo se analiza la complejidad del fenómeno para no banalizarlo y para entender que no basta con sentirse especial para ser neurodivergente.
Al final de este artículo te dejo numerosos enlaces a trabajos de investigación interesantes sobre neurodivergencia.
Qué es la neurodiversidad y la neurodivergencia
Definición y concepto de neurodiversidad
La neurodiversidad es un concepto y enfoque que reconoce y valora la diversidad de las diferencias neurológicas entre las personas como una variación natural de la especie humana. El término se utiliza especialmente en el contexto de trastornos del neurodesarrollo, como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dislexia, y otros.
En lugar de considerar estas diferencias neurológicas como deficiencias o trastornos que necesitan ser curados o tratados, el enfoque de la neurodiversidad aboga por el reconocimiento, la aceptación y el apoyo a las personas tal y como son, destacando sus habilidades y contribuciones únicas a la sociedad.
La neurodiversidad se basa en la premisa de que las variaciones neurológicas son el resultado de la diversidad genética y ambiental, y que estas diferencias no son inherentemente negativas. Al igual que la biodiversidad es esencial para los ecosistemas, la neurodiversidad se ve como esencial para la riqueza cultural y el progreso de la sociedad humana. Todos tenemos nuestro repertorio de recursos personales que nos hacen únicos, y estas personas también.
Este enfoque promueve la inclusión y la adaptación del entorno para satisfacer las necesidades de todas las personas, en lugar de forzar a los individuos a adaptarse a normas sociales o educativas que no tienen en cuenta sus diferencias únicas.
La neurodiversidad también desafía los estigmas y las percepciones negativas asociadas a las diferencias neurológicas, fomentando un cambio hacia una sociedad más inclusiva y comprensiva. Descubre de forma detallada qué es un cerebro neurodivergente.
Características de la neurodivergencia
Las personas neurodivergentes presentan características que varían significativamente del denominado neurotípico, o sea, del patrón de funcionamiento neurológico más común o estándar. Es importante destacar que cada individuo neurodivergente es único, y las características pueden variar ampliamente incluso dentro del mismo espectro neurológico. Sin embargo, existen algunas tendencias generales asociadas con ciertas formas de neurodivergencia:
- Autismo: Las personas en el espectro autista pueden experimentar diferencias significativas en la comunicación social y en los patrones de comportamiento. A menudo tienen intereses intensos en temas específicos, prefieren rutinas y consistencia, y pueden ser hipersensibles o hiposensibles a estímulos sensoriales. La percepción del mundo puede ser única, con un enfoque detallado en ciertos aspectos de su entorno.
- TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad): Las personas con TDAH pueden tener dificultades con la atención sostenida, el control de impulsos, y la regulación de la actividad. Pueden mostrar hiperactividad, impulsividad, y comportamientos de búsqueda de novedades. A menudo son creativos, con habilidades para la resolución de problemas y la capacidad de pensar fuera de lo establecido.
- Dislexia y otros trastornos del aprendizaje: Los individuos con dislexia pueden enfrentar retos en la lectura, escritura, y a veces en el habla, no debido a la falta de inteligencia, sino por diferencias en el procesamiento del lenguaje. Pueden tener habilidades avanzadas en áreas como el razonamiento espacial, el pensamiento artístico y la resolución creativa de problemas.
- Discalculia: Las personas con discalculia tienen dificultades con los números, las operaciones matemáticas, y la comprensión de conceptos matemáticos. Al igual que con la dislexia, esto no refleja una capacidad cognitiva general baja, y pueden sobresalir en otras áreas.
- Trastorno del Espectro del Procesamiento Sensorial (TEPS): Aquellos con TEPS pueden ser altamente sensibles a estímulos sensoriales, como sonidos, luces, o texturas, o por el contrario, pueden buscar activamente estímulos sensoriales. Esto puede afectar significativamente su vida diaria y su capacidad para participar en actividades comunes.
- Trastornos del estado de ánimo y ansiedad: Aunque no exclusivos de las personas neurodivergentes, es común que quienes presentan otras formas de neurodivergencia también experimenten trastornos del estado de ánimo y ansiedad. Estos pueden ser el resultado de la interacción entre su neurodivergencia y un mundo diseñado para las necesidades de las personas neurotípicas.
Es muy importante entender que estas características no necesariamente representan deficiencias, sino diferencias. La perspectiva de la neurodiversidad enfatiza la importancia de aceptar estas diferencias y de adaptar el entorno educativo, laboral y social para permitir que las personas neurodivergentes utilicen sus habilidades únicas y contribuyan plenamente a la sociedad.
Cómo saber si soy neurodivergente. Tipos de test de neurodivergencia
Cómo saber si eres neurodivergente: Para evaluar la neurodivergencia, se utilizan diversas herramientas diagnósticas y pruebas psicométricas diseñadas para identificar características específicas asociadas con distintos tipos de neurodivergencia. No existe un test de neurodivergencia validado y fiable, sino pruebas que detectan distintos tipos de neurodivergencia. A modo divultativo encontramos test que no tienen fiabilidad ni rigor para determinar de modo serio si eres neurodivergente.
Estos test de neurodivergencia ayudan a entender mejor las fortalezas y desafíos de cada individuo. Es importante mencionar que un diagnóstico preciso debe ser realizado por profesionales cualificados y que el proceso de evaluación puede involucrar una combinación de herramientas. A continuación, se describen algunas pruebas comúnmente empleadas para detectar diferentes manifestaciones de neurodivergencia:
Test para neurodivergentes del Espectro Autista
- ADI-R (Autism Diagnostic Interview-Revised): Entrevista clínica detallada dirigida a los padres o cuidadores sobre el comportamiento del individuo.
- ADOS (Autism Diagnostic Observation Schedule): Observación estructurada de la comunicación social, el juego y los comportamientos imaginativos.
- Cuestionario SCQ (Social Communication Questionnaire): Un cuestionario que evalúa la comunicación social y los comportamientos relacionados con el autismo.
Test para el TDAH
- Escala de Conners: Serie de cuestionarios, tanto para padres como para maestros, que evalúan el comportamiento del niño y pueden ayudar a identificar el TDAH.
- BAARS (Barkley Adult ADHD Rating Scale): Autoinforme y versiones de informes de terceros diseñados para evaluar los síntomas del TDAH en adultos.
- Test de atención TOVA (Test of Variables of Attention): Prueba computarizada que mide la atención y el control de impulsos.
Para Dislexia y Trastornos del Aprendizaje
- Test de Lectura y Escritura de Woodcock-Johnson: Evalúa habilidades de lectura, escritura y comprensión.
- WISC (Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños) y WAIS (Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos): Aunque son pruebas de inteligencia general, algunas subpruebas pueden ayudar a identificar dificultades específicas de aprendizaje.
- TOWRE (Test of Word Reading Efficiency): Evalúa la velocidad y precisión en la lectura de palabras y pseudopalabras, útil para detectar dislexia.
Test para neurodivergentes con Discalculia
- Test de Habilidades Numéricas de Butterworth (Butterworth’s Dyscalculia Screener): Evaluación específica para la discalculia que mide la comprensión numérica.
- Pruebas de rendimiento matemático de la batería Woodcock-Johnson: Evalúan la capacidad de cálculo y comprensión matemática.
Para el Trastorno del Espectro del Procesamiento Sensorial
- SPD (Sensory Processing Disorder) Checklist: Lista de control para identificar sensibilidades sensoriales inusuales.
- Sensory Integration and Praxis Tests (SIPT): Serie de pruebas que evalúan cómo el sistema nervioso procesa las sensaciones.
Para Trastornos del Estado de Ánimo y Ansiedad
- Inventarios de Beck para la Depresión y la Ansiedad: Cuestionarios que evalúan la presencia y severidad de síntomas de depresión y ansiedad.
- Escala de Ansiedad de Hamilton (HAM-A): Evalúa la severidad de los síntomas de ansiedad.
Hemos visto, pues, que no existe como tal un test de neurodivergencia, sino muchos test para problemas concretos. Es vital que cualquier evaluación sea realizada en el contexto de una valoración integral que incluya historial del desarrollo del neurodivergente, entrevistas con el individuo y, si es pertinente, con familiares o cuidadores, y observaciones conductuales. Los resultados de las pruebas deben interpretarse con cautela y en el contexto de una evaluación clínica completa.
Hasta aquí las pruebas más utilizadas, pero ¿cómo saber si soy neurodivertente adulto? Pues con esos mismos test, porque prácticamente todas las pruebas cuentan con su baremo para neurodivergencia de distintas edades.
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La importancia de aceptar la diversidad neurológica
Aceptar la neurodiversidad en nuestra sociedad es fundamental por varias razones que implican aspectos éticos, culturales, educativos y económicos. La inclusión y el reconocimiento de la neurodiversidad no solo benefician a las personas neurodivergentes sino que enriquecen a la sociedad en su conjunto. A continuación, se detallan algunas de las razones por las cuales la aceptación de la neurodiversidad es importante:
- Fomenta la igualdad y la equidad: Reconocer y valorar la neurodiversidad ayuda a promover un entorno más igualitario y justo, donde todas las personas, independientemente de sus diferencias neurológicas, tienen las mismas oportunidades para participar plenamente en la sociedad.
- Reduce el estigma y la discriminación: La aceptación de la neurodiversidad puede disminuir el estigma asociado con trastornos neurológicos y psicológicos. Al educar a la sociedad sobre la variabilidad natural del cerebro humano, se pueden desmantelar prejuicios y promover una mayor inclusión.
- Apoya el bienestar emocional y mental: Las personas neurodivergentes a menudo enfrentan desafíos significativos debido a la incomprensión y falta de aceptación de sus diferencias. Reconocer y valorar estas diferencias puede mejorar su autoestima, satisfacción con la vida y bienestar general.
- Potencia la innovación y la creatividad: Las personas neurodivergentes frecuentemente poseen habilidades únicas, perspectivas innovadoras y enfoques creativos para resolver problemas. Al aceptar y aprovechar estas habilidades, las sociedades y las organizaciones pueden fomentar la innovación y la creatividad.
- Mejora la educación y el empleo: Un enfoque inclusivo y flexible en la educación y el lugar de trabajo que reconozca la neurodiversidad puede permitir que todos los individuos maximicen su potencial. Esto incluye adaptar los métodos de enseñanza, ajustar los entornos de trabajo y reconocer diferentes formas de aprendizaje y productividad.
- Enriquece la cultura y la comunidad: La neurodiversidad aporta una riqueza de perspectivas y experiencias que pueden enriquecer la cultura y las comunidades. La inclusión de voces y talentos diversos puede llevar a una sociedad más vibrante y dinámica.
- Promueve la comprensión y la empatía: Aceptar la neurodiversidad implica esforzarse por entender las experiencias y desafíos de los demás. Esto fomenta la empatía, la compasión y la solidaridad dentro de las comunidades.
En resumen, aceptar la neurodiversidad no solo es un acto de justicia hacia las personas neurodivergentes, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más inclusiva, innovadora y compasiva. Al valorar y celebrar las diferencias individuales, podemos crear entornos en los que todos tengan la oportunidad de prosperar.
El reto de normalizar la neurodivergencia en nuestra sociedad
La neurodivergencia representa un tema de vital importancia en la discusión sobre inclusión, diversidad y derechos humanos en nuestra sociedad contemporánea.
A lo largo de este artículo, hemos explorado las diversas manifestaciones de la neurodivergencia, destacando que lejos de ser anomalías que requieren corrección, estas variaciones neurológicas son expresiones de la rica y compleja tapestria de la condición humana.
Hemos visto cómo el reconocimiento y la aceptación de la neurodiversidad no solo benefician a aquellos que se identifican como neurodivergentes, sino que enriquecen a la sociedad en su conjunto, fomentando un ambiente de comprensión, respeto y aprecio por las diferencias que nos hacen únicos.
La inclusión de personas neurodivergentes en todos los ámbitos de la vida —educativo, laboral, social y cultural— no es simplemente un acto de justicia social; es una estrategia esencial para desbloquear el potencial humano en su máxima expresión.
Las habilidades únicas, perspectivas innovadoras y formas creativas de pensar de las personas neurodivergentes pueden impulsar el progreso y la innovación en innumerables campos. Por tanto, es imperativo que como sociedad nos esforcemos por derribar las barreras que impiden la plena participación de las personas neurodivergentes, adoptando políticas, prácticas y actitudes que celebren la diversidad en todas sus formas.
Concluyendo, la aceptación y valoración de la neurodiversidad es un paso crucial hacia la construcción de una sociedad más inclusiva, justa y rica en todos los sentidos. Al reconocer y abrazar las diferencias neurológicas, podemos asegurar que cada individuo no solo tenga la oportunidad de contribuir con sus talentos únicos, sino también de vivir una vida plena y satisfactoria, respetada y valorada por lo que es.
La neurodiversidad, en última instancia, nos enseña una lección fundamental sobre la humanidad: que la diversidad es una fortaleza, no una debilidad, y que nuestra capacidad colectiva para prosperar depende de nuestra voluntad de reconocer, aceptar y celebrar las diferencias entre nosotros.
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